lunes, 19 de octubre de 2009

RESTAURAR

El dilema entre restauración o muerte digna es antiguo. Parecería ser que restaurar o no restaurar es la cuestión. La disyuntiva surge a partir de la postura adoptada por aquellos profesionales que están a cargo de la revitalización de la obra, quienes aducen que no es genuino incorporar agregados no fidedignos. El objetivo es evitar realizar los así llamados “falsos históricos”, posibilidad considerada casi como una ignominia a la historia del edificio de que se trate. Ya a mediados del siglo XIX se planteó este dilémica por medio de una polémica inusitada entre la "corriente inglesa" de John Ruskin, y la "corriente francesa" de Eugène Violet-le-Duc. ¿Hasta dónde se debe o se puede reconstruir una obra y cuál es el límite en el que la obra deja de ser tal y pasa a ser otra? Es decir, ¿hasta qué punto la reconstrucción es una falsificación? Por otro lado, el objetivo de la restauración no parecería ser restituir el bien o la obra a su estado original, pero entonces, ¿qué es original y qué no?

En «The Seven Lamps or Architecture», John Ruskin escribe que «...de nuevo, no es una cuestión de convenencia o de sentimiento el decidir si debemos o no preservar los edificios del pasado. No tenemos ningún derecho a tocarlos. No son nuestros; en todo caso son de quienes los construyeron y, en parte, de las futuras generaciones.» Atraviesa esta cuestión la distinción hecha por el propio Ruskin entre «restaurar» y «reparar» y el viejo dilema del valor otorgado a la noción de «original» en la cultura occidental sobre el que ya me interesé en notas pasadas en relación con la expedición etnográfica Dakar-Djibouti. Para la RAE:

RESTAURAR (Del lat. restaurāre).

1. tr. Recuperar o recobrar.
2. tr. Reparar, renovar o volver a poner algo en el estado o estimación que antes tenía.

REPARAR (Del lat. reparāre).

1. tr. Arreglar algo que está roto o estropeado.
2. tr. Enmendar, corregir o remediar.

De la vereda opuesta, Eugène Violet-le-Duc, en su "Dictionnaire raisonné de l'architecture française du XIe au XVIe siècle", afirma que «Restaurar un edificio no tiene el objetivo de conservarlo a través del tiempo (l'entretenir), repararlo o incluso rehacerlo, sino restituirlo (le rétablir) a un estado de completitud que bien puede no haber existido nunca.»

miércoles, 7 de octubre de 2009

ACABOSE

(De acabó y se).

ser algo el ~.

1. loc. verb. Denota que ha llegado a su último extremo. U. m. en sent. peyor.


¡Esto es el acabose!, pensé. (Ver la entr. ecpirosis; otra vez descubro un patrón.

lunes, 5 de octubre de 2009

AQUELARRE

(Del vasco aquelarre, prado del macho cabrío).

1. m. Junta o reunión nocturna de brujos y brujas, con la supuesta intervención del demonio ordinariamente en figura de macho cabrío, para la práctica de las artes de esta superstición.


Leo que «el macho cabrío negro (akerra) era venerado en un ritual de fertilidad las noches de plenilunio, para que la diosa lunar les iluminara con sus rayos femeninos y facilitara la fecundación de la Tierra y la procreación de todas sus criaturas, manteniendo constante de este modo el ciclo vital del Universo. Aún hoy en día, el macho cabrío continúa siendo el animal protector del ganado y del bosque en algunas zonas forestales».