miércoles, 4 de febrero de 2009

JÚBILO

(Del lat. iubĭlum).

1. m. Viva alegría, y especialmente la que se manifiesta con signos exteriores.


Tamaña demostración de alegría es imposible de esconder. Quién siente júbilo está exultante no sólo por un buen pasar presente sino, y sobre todo, por un futuro promisorio. Como los jubilados, que de ahí viene la palabra: quien tras una vida de trabajo duro cuelga el uniforme, se despide por última vez del capataz y se aleja de la fábrica para no volver, es recompensado desde ese momento con una suma de mensual en concepto de gratificación por los servicios prestados, de manera tal que no tiene que preocuparse ya de nada, y puede alejarse del tedioso mundo de la producción mecanizada para tenderse al sol y disfrutar de los momentos postreros rodeado de belleza y felicidad. De allí viene el término «jubilar», propiamente «regocijarse», tomado del latín jubilare, «lanzar gritos de júbilo». Qué otra cosa, sino eso, hacen nuestros queridos pensionados, exultantes de dicha ante la perspectiva de aquello que Maiakosky llamaba la «perspectiva jubilosa».

INCORDIO

1. m. coloq. Cosa incómoda, agobiante o muy molesta.

Estaba leyendo en internet sobre las «fainting goats», algo así como «cabras desvanecentes». Bellos neologismos estos que acabo de inventar, desvanecente; desfallecente. Las «fainting goats» son una raza particular de cabras domésticas que, debido a una malformación genética (myotonia congenita), suelen sufrir la parálisis temporal de sus músculos y caen a un lado como troncos, desvaneciéndose y perdiendo todo aliento vital. Tal súbito fenecimiento sin embargo es breve, no suele durar más de 10 segundos, al cabo de los cuales la cabra desvanecente se pone de pie y continúa como si nada hubiera sucedido. Una suerte de muerte breve y no mortal si por mortal entendemos definitiva, que al parecer no le ocasiona ningúna molestia física y no sé yo tampoco si la cabra será conciente o no de lo que le acaba de suceder. Ninguna molestia física, en efecto, pero qué fastidio.